Hola, amantes del arte culinario y la vida verde! Soy Carlota, y hoy os traigo un manjar que hará las delicias de vuestros paladares rebeldes. Sí, hablo de la salsa boloñesa… ¡pero ojo! En nuestra versión Rebelión Veg, la carne no tiene cabida. ¿Puede una salsa boloñesa ser tan buena sin carne? Creedme, no solo puede, ¡sino que en algunas ocasiones puede que hasta te guste más!
¿Cómo es eso posible? Soja texturizada al rescate
No te equivoques, la soja texturizada no es un quiero y no puedo. Es un quiero y puedo mucho. Algunos le llaman carne de mentira, pero yo la llamo genialidad vegetal. Tiene una textura sorprendente, es rica en proteínas y se lleva todos los aplausos en la función de simular carne picada sin despeinarse.
Elige tu soja texturizada
Antes de meternos en faena, un consejo: la soja viene en diferentes tamaños y para nuestra salsa boloñesa, mejor elegir la soja de tamaño mediano. Te dará esa textura perfectamente masticable y jugosa que estamos buscando. Ahora, si por un casual quieres hacer una especie de ‘boloñesa granulada’ para pizza, la soja fina es tu aliada.
Preparando el terreno
A mano tienes que tener tomates (de pera, son más carnudos y menos líquidos), cebolla, zanahoria, apio… vamos, que un buen mirepoix es la base de todo. Ah, y no olvides las especias: orégano, albahaca y algo de picante si te va la marcha. ¡Y el ajo! Crucial en la salsa boloñesa, aunque puedes acabar olvidado por vampiros si te pasas, así que con control.
La magia: cocinando nuestra salsa boloñesa vegana
Aquí es donde se pone interesante. Rehidratar la soja es básicamente darle vida, así que sumérgela en agua caliente y déjala absorber el líquido como si no hubiera un mañana. Luego, dale un buen sofrito a tus verduras. Cuando estén bien pochadas, añade la soja escurrida y dale caña hasta que esté doradita. Añadir los tomates es casi ceremonioso, es ver cómo se va creando la magia culinaria.
Trucos y consejos de Rebelión Veg para una boloñesa celestial
A ver, un secreto entre tú y yo: un poco de vino tinto cambia el juego. Sirve un poco en la sartén y otro poco en tu copa, ¡y a disfrutar! Otro conseconto, sí, lo sé, un poco caro para ser un bicho rastreador de tierra pero añade un nosequé que quedése que lo hace irresistible.
Ya está, pero espera… ¿y tú qué piensas?
Me encanta compartir mis aventuras y desventuras en la cocina, pero lo que realmente me hace feliz es saber de vosotros. ¿Habéis probado hacer vuestra salsa boloñesa con soja texturizada? ¿Algún truquillo que queráis compartir? ¿Algún tomate rebelde que no se dejaba triturar? Ya sabéis que en Rebelión Veg, todos los comentarios son bienvenidos y son ese condimento especial que le da sabor a nuestra comunidad.
Así que ya sabes, si tienes cualquier duda o simplemente quieres unirte a la conversación, deja tu comentario aquí abajo. Recuerda, ¡la revolución empieza en tu plato!
